sábado, 17 de julio de 2010

ASISTENCIA AL CURSO DE VERANO EN CAMBADOS


Ya estoy de vuelta, aunque parece que no me he ido.
Aproveché la primera parte de mis vacaciones para asistir a Cambados, localidad de Pontevedra (Galicía) y a su primer curso de veran. Tuve la suerte de acudir con los compañeros Abelardo,Manuel y el Sr. Ferreiro de Sanxenxo. Asistieron profesionales del sector y estudiantes universitarios, los más numerosos fueron compañeros de la zona de Pontevedra y A Coruña, pero tambien conocí a personas como Paz de Valencia, Begoña de Asturias, gente de Badajoz y de Tenerife. Fuí el único asistente de Andalucía, pero bueno, en el segundo curso seguro que seremos alguno más. Mi primera sorpresa fue saber que se había organizado dicho curso por la insistencia del Jefe de la Policía Local en materia de seguridad vial y lo que no sabía es que el Jefe era Máximo Cid, este compañero lleva años trabajando desde ámbitos diversos, pinchad en la imagen y os enlace con una publicación de la revista Tráfico y Seguridad Vial de la Dgt, en el que habla de personas comprometidas.



Artículo publicado en La voz de Galicia, referente al curso

En la tarde de ayer se presentó el curso de verano «La educación Vial como cauce de participación social», que organiza el Concello de Cambados en colaboración con la DGT y la Universidad de Vigo. La presentación corrió a cargo de Luís Aragunde, alcalde de Cambados, y antes de esta se hizo entrega a los asistentes del material que van a necesitar a lo largo del curso de formación, que termina mañana.
Dejar clara la importancia de la participación de los peatones y de los conductores para conseguir un entorno seguro en las carreteras es uno de los fines de este curso, pues la educación vial constituye un importante canal de participación social. Ole Thorson, presidente de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico (Pat Apat), señala que «lo más importante es que haya convivencia, no hay que buscar zonas exclusivamente peatonales para garantizar la seguridad, sino que debe haber zonas comunes en las que se debe aprender a convivir».
El belga, afincado en Barcelona, dijo esto después de conocer que la Praza de Fefiñáns de Cambados acababa de limitar el tráfico a 30 kilómetros por hora. «Me parece interesante, así como también el hecho de que no se deje aparcar en la zona monumental de la plaza, pero también se debería pensar en que los conductores no tienen espacio ni tiempo para bajar la velocidad antes de acceder a Fefiñáns, lo que se podría solucionar ensanchando las aceras de la calle que hay antes, para que asimilen la sensación de cuidado y de velocidades bajas».



Así, queda clara una de las principales ideas, la convivencia entre peatones y conductores, que no han de pensarse como dos mundos enfrentados, sino que han de colaborar por hacer de la calle un lugar seguro.

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